25 jul 2011

Umíe.

Una balsa
O no, una persona. Flotando. En el océano.

No hay olas
tampoco horizonte
sólo agua.
Es lejos, o cerca,
o es el lugar donde se debería estar
(aunque la comodidad siempre nos aprise hacia la orilla)
Si uno no mueve los brazos,
no hay destino
pero los mueve, porque quiere moverse
parece aburrido
pero no lo es.
Es paz.

De repente y sin avisar
Poseidón se hace presente
la calma
lo estático
la sensación de flotar
desaparecen.

La fuerza de las olas nos arrastra
hacia lugares
indeseados
o mas bien
desconocidos.
Sentimos que no está bien
nadie puede dominar al océano
ni las ganas que tiene de llevarnos
por ahí.

Pero ¿qué decirle?
El enojo sería estúpido
Uno no puede enojarse con el océano.
Dejarse llevar puede conducir
a cualquier nueva orilla
o no,
a la muerte.

Luchar contra él
sería una pésima inversión
de energía.
El mar Vs el hombre:
el mar gana.
Tiene millones de años más que nosotros.

Así es el océano
impredecible
imponente
arbitrario
y cíclico.
Y nosotros en él,
finitos
finitos como nunca nos sentimos.
Calmos hasta el punto del hartazgo
Desesperados hasta el cansancio
flotando en su destino.

Lucas el otro día me dijo:
La vida es como el océano.





Quote del día: "La gente que comenta las frases de los sobres de azúcar realmente no tiene nada en la cabeza" By ActionMan.