y lo que veías era lo mismo de siempre.
Edificios, luces prendidas, luces apagadas, calle, gente caminando a nosedónde.
Y pensaste que el mundo en realidad no era tan distinto. Que estabas del otro lado pero que al fin y al cabo era todo lo mismo.
Las mismas caras de impaciencia, el mismo ruido de las bocinas, las mismas expresiones de quien no tiene adónde ir. La misma desesperación, esta vez teñida de una cultura diferente.
Los miles de kilometros que separan a cada una de las personas del mundo no son más que un sistema métrico, porque lo de adentro no cambia.
Todos los habitantes de cualquier lado tenemos los mismos miedos.
Todos buscamos la trascendencia.
Nadie quiere aceptar que está solo.
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3 comentarios:
No estás sola niña! Pipin siempre te acompaña
"nadie quiere aceptar que esta solo"
deespues te paso lo que estoy a punto de dibujar sobre lo que pienso que pensabas vos mientras armabas esa frase.
Muy bueno majo! Me gusta mucho. :) Alex
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