3 may 2009

A veces siento ganas de clavarme una estaca de realidad en la cabeza,
volar me lleva hacia lo más oscuro de mi mente, sólo hablando de la droga misma de la conciencia. Me voy, me voy y volver es juntar las migas del camino con la incerteza de ser quien era antes. Nunca soy la misma, ni siquiera cuando termine este texto soy a haber sido la que fui cuando lo empecé.
Por eso no me gusta volar, mi mente se me hace enemiga y me lleva presa a espacios de pensamientos que después me persiguen como si los hubiera desterrado de la calma oscuridad de su inexistencia. Y no los evito, en el fondo me nutren y me hacen. Y me conforman y desconforman al mismo tiempo, arrodillándose ante mi débil censura. Soy frágil. Y pienso, vuelvo, camino en mí, pienso de nuevo. Y después me dejo llevar. Esclava de mi mente, sumisa ante el poder que me domina, discípula del inconsciente, mi realidad está muy lejos de ser tangible y aun se esconde en algún sitio de este cuerpo. Pero no, yo no soy dentro de mi cabeza, más profundo hay un espacio, un dios que lo dirige todo. Respondo sin preguntar, y pienso callada ante sus órdenes.
Quiero emanciparme de mi mente, ya.


quote del día: "Le quería desfigurar la cara al novio de la chica que me estaba chamuyando, pero no porque me pegó, porque me encaró de espaldas" By Largo boy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que lindo que escribis!