Es un embole.
Lo vengo observando hace tiempo.
Pertenezco al grupo de las gentes que se han mudado solas a un departamento para uno.
En NZ he vivido en comunidad, luego con una amiga en nuñez (grandes épocas) y después decreté independencia total del mundo, "disfrutar de llegar a casa y que nadie me rompa la paciencia" como dicen todos,
pero déjenme aclarar, queridos todos:
es un embole.
De la boca para afuera queda cancherísimo y consta que he utilizado esa arma en pos de una imagen superada y voladora con total éxito.
He colgado cuadros y puesto luces y me queda latente la alacena y unos estantes, por lo que tengo los víveres y los discos en pilones en el piso de distintos ambientes. Mi casa sí se parece a lo que sería una casa de Majo. Es un lugar feliz y tiene una energía copada que me exije que le meta flores pero conozco la historia de marchitaje que inevitablemente correrá por las mentes de quienes paseen por la calle aguirre.
En fin, el estancamiento de actividades no es lo mío, que me muevo más que un picaflor con epilepsia.
Nada de llegar, cocinar y ver tele; quiero acción, quiero cosas más allá de la sensación de que la vida se te escurre entre personajes de HBO y la calma soledad del anticaos.
Resultante de todo este asunto es que me he actualizado socialmente.
Veo a todas esas personas que no veía nunca porque no tenía tiempo de nada, en realidad más por cómoda que otra cosa, pero como me aburro sola salto de reunión en reunión, y de repente todo es mejor. Aguante la gente. Sobre todo los que uno se olvida que valían tanto la pena.
Supongo que conmigo misma soy un embole.
Y como mi casa es chica, no puedo pintar, salvo que quiera morir intoxicada por la contaminación de los aerosoles.
La próxima me la consigo con balcón.
Y un desayunador, que siempre me coparon.
Quiero ser como ella:
Quote del día: "Las patitas son tus mejores amigas" By Nachomon.