29 oct 2025

Una sobre los recuerdos

La mente no almacena un solo tipo de recuerdo. Un recuerdo no es más que la última versión guardada, editada por el último sentimiento al respecto, de nuestra alma en el almacenamiento RAM de nuestra memoria.

Aunque la situación haya sido la misma, el recuerdo muta. Cambia. Se transforma.

Algo que me hizo llorar desconsoladamente en la infancia hoy me da risa.

Entonces ¿qué son los recuerdos?¿Para qué sirven?¿Por qué cambian? y lo más importante, ¿Qupe hace que se queden unos y otros no?

Hay recuerdos que son estructura de nuestros pensamientos: todas ésas veces que nos pasaron o nos dijeron cosas que nos quedaron grabadas con fuego, como pinturas rupestres que se mantienen intactas por miles y miles de años, si llegáramos a vivir tanto. "La plata compra recuerdos", "Elegí qué batallas luchar" - ó esa vez que quise probar a qué sabía la mostera y fue así como aprendí que era tóxica para los humanos.

Hay otros recuerdos que quedan, pero borrosos. ¿Así pasó? Pues ya no lo sabremos nunca. Son quizá esos momentos que, por algún motivo, los modificamos para que hagan caso a nuestra retórica de los hechos o la manera que a nosotros nos gustaría interpretar lo que pasó. Porque a veces es demasiado duro recordar que esa persona en realidad no nos abrazó, o nos sentimos tristes en un momento "oficialmente" feliz, o lo que sea que haga que querramos cambiar la trama de un recuerdo. Mitad realidad, mitad fantasí, hasta que se dessibuja completamente el núcleo y ya ni sabemos si eso pasó o lo soñamos.

Luego están los recuerdos que no se guardan en la memoria sino en el inconsciente. Ésos que nos da miedo sólo el hecho de saber que existen, que están allí, y que pueden aparecer sin pedir permiso y exigir unos cuantos meses de revolución interior hasta que sabemos qué hacer con ellos.

No quiero olvidar mencionar ésos recuerdos de cosas vergonzosas que hicimos en nuestra vida, que la gente y nosotros lo notamos, que quedamos como unos idiotas y que nadie más que nosotros recuerda. Ellos aparecen y nos hielan los huesos cuando estamos intentando dormir. Esos sos hasta mis favoritos, intrépidos, embarazosos; tan únicos y ridículos que dan risa.

Y por último, todos los recuerdos que queremos olvidar. Los que viven con nosotros, en nuestro día a día, se mezclan entre pensamientos cotidianos y se entrometen en nuestars ganas de seguir adelante con nuestra vida y olvidarlos por siempre para que no nos sigan rompiendo el corazón. Les escribiré una Oda. Ésos recuerdos son vos. 


No hay comentarios.: