Hay tantas cosas como ojos que las ven.

(Picasso tenía esto bien claro durante su estapa artística de cubismo obsesivo descontructivista)

Las cosas no son lo mismo nunca.
Depende siempre de cómo las veas y desde qué ángulo.
Y de qué color, y de tu humor, y de tu estado.
Y de qué estabas queriendo ver en ese momento.
Y de qué tan abiertos tengas los ojos,
y de cuántas ganas tengas de ver las cosas,
y sobre todo, de que las VEAS. Tener los ojos abiertos no significa que no puedan pasar desapercibidas.

Las cosas no son lo mismo, ni dan lo mismo. Por eso son "cosas", porque tienen distintos significados ante las distintas retinas y materias grises.

De no ser así, todos pensaríamos igual. Y pensar en eso ya me resulta bastante apocalíptico.