No veo una vida en la que no sisque a alguien.
Que no le diga a un vegetariano que no vive de ensalada.
Que no cante miviejamulayanoesloqueera.
Que no diga Señor Thompson cuando no reconozco a alguien que me saluda.
Que no llene un silencio incómodo con a la grande le puse cuca.
No me imagino qué hubiera sido de mí -y de muchos- si no hubiéramos visto los Simpsons.
En su momento cuando salió, la gente veía los Simpsons como un reflejo de la triste sociedad americana y sus vicios, extendido al mundo por el poder de la imitación y el tio Sam. Los filósofos protestaron, las madres protestaron, Niestzche lloró.
Pero Los Simpsons es mucho más que un reflejo de un mundo que cae.
Los Simpsons es el mejor esfuerzo de la ironía para apaciguar la inevitable guerra fría entre los apocalípticos e integrados.
¿Qué son los apocalípsticos e integrados?
Es un libro de Umberto Eco en el que encuentra dos maneras de reaccionar ante los nuevos estímulos (mas que nada culturales, a mí me gusta extenderlo al cien por cien de los estímulos)
Un apocalíptico se aferra a las viejas costumbres y la cultura, los modos tradicionales, el pensamiento analítico, el proceso, la crítica. Ante un estímulo nuevo la primer reacción es rechazo. Luego, al analizar y vivir ese estímulo, puede que la percepción cambie. Pero lo importante acá es que lo rechaza primero.
Un integrado es la estructura mental moderna, adaptable, que busca nuevos estímulos, los acepta con rapidez, se sumerge, aprende rápido los nuevos códigos, se nutre. Como yo lo veo, un integrado, ante un estímulo, deja el cuestionamiento por la práctica. No pregunta mucho, toma. Como toma tanto, luego compara.
(claramente yo soy apocalíptica)
Esto es lo que pienso,
Los Simpsons se toma la percepción apocalíptica del mundo terrible y la transforma en una realidad integrada. Tanto analizar el "mal" hace que el filósofo se estanque en el núcleo.
A mí, como apocalíptica, esta serie me generó el hábito de ver la riqueza cultural en lo que considero como "malo". Que e hombre promedio odie trabajar y tome cerveza es malo. Pero por otro lado, lo hace feliz. Quizá hasta más feliz que el hombre que trabaja todo el día y no toma cerveza.
Entonces, por qué no aceptar al hombre que toma cerveza y vive su vida.
El apocalíptico mira, analiza, critica y rechaza. Pero el apocalíptico también se ve reflejado en Homero Simpson, y se rie de el como se rie de sí. Al fin y al cabo, somos personas.
Los Simpsons apadrinan la aceptación. Muestra la realidad tal como es: real. Nadie es perfecto, todos tienen sus dobleces y su ironía de personaje. Y éso es lo que nos hace ricos. No hace falta tanto análisis algunas veces, el mundo mutó, no es ni malo ni bueno, simplemente es. Y volverá a pasar. Y el apocalíptico que vio Los Simpsons va a entenderlo.
Yo creo que esta es la serie que más influyó sobre nuestra generación.
Vimos lo incorrecto, lo reconocimos, y lo aceptamos. Y nos reimos.
Los Simpsons son la risa del absurdo vuelto realidad. Y sin esa realidad que no queríamos ver, Los Simpsons no hubieran existido.
Y yo no podría decirle a un vegetariano que no vive de enaslada.
Somos hijos de Matt Groening (genio hijo de Zeus)
Quote del día: (temática) "Despues de los simpson nunca mas me pude decepcionar decentemente" By JaneDoe.
