12 abr 2011

NonStop

Siempre tenemos que ir a algún lado.

Cuando caminamos por la calle, siempre tenemos que ir a algún lado.
Pasamos por una vidriera y nos miramos en el reflejo de las ventanas.
Pasamos por una plaza y no vemos las hamacas.
Pasamos por una persona y esquivamos la mirada (casi siempre)
Pasamos por un graffiti y le sacamos una foto,
para ver el graffiti en casa.

Pasamos y pasamos y nada de la calle se impregna en nosotros, nos hace pensar en algo, nos cambia el día o nos hace parar un rato a respirar un poco de mundo. Siempre el adónde vamos lleva esa urgencia, ese apure, esa cosa agitada de no saber parar a hacerse amigo de la ciudad y del tiempo ese que sí, sí tenemos, sólo que lo usamos para pelotudeces como trámites y to-do-shit.

La calle es sólo un paso de tránsito y generalmente no está vista como parte del mundo.
Y si sólo supiéramos la cantidad de historias que podemos contar cuando miramos un perro oler árboles, o una vieja alimentando palomas, o la interacción de dos taxistas que duermen en fila en los espacios abiertos de una estación de servicio. Si supiéramos que eso es el mundo mismo, no lo que nos pasa a nosotros en el día a día como cualquier día en los que nos pasan las mismas cosas. La gente que no quiere dejar ir el pasado, la familia y el barrio y los que sienten el futuro en su manoslibres y hablan con el aire sobre la evolución de los préstamos a plazo fijo; todos conviven dentro de nuestros ojos, mientras los clasificamos inconscientemente y le metemos algún que otro prejuicio y nos quedamos con lo que nos haya llamado más la atención. Todo eso a cambio de que nuestra cabeza salga por un momento de la pereza de la rutina, del pensar en si hablarle o no y qué va a pasar con tal persona del laburo, y decir fuckit, es más divertido meternos en este otro mundo que refiere a las cosas inherentes de nuestra propia locura.

Los sábados me inspiran a veces, tienen tiempo para salir a caminar sin ningún destino y sentarse en una plaza a sentirse parte del todo, sin ningún exito o fracaso en la espalda, sin maiz para las palomas, sólo como observación del offline.
Y pensar en lo que pensamos.

Conocer plazas y no estar obligados a ningún destino es un discurso de libertad, mínimo, minúsculo, natural para varios, imposible para otros

pero con un abismo de diferencia.


















Quote del día: "Creo que dentro de 15 años voy a ser un mito como Moria, todos me van a querer dar" By Girlwithaonetrackmind.

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